Cris Pink dialoga con la arquitectura

MARIANA DÍAZ

La pintora Cris Pink y el arquitecto Pepe Riutort han trabajado juntos en un proyecto en el que arte y arquitectura conviven dialogando, un hecho no muy habitual especialmente en unos tiempos en los que la especulación inmobiliaria no deja margen a muchas alegrías creativas.

“Trabajar junto con pintores o escultores era un sueño dorado, e imposible, porque cuando trabajas para un promotor se barajan otros conceptos como el de la rentabilidad económica”, comenta el arquitecto.

La oportunidad llegó cuando Riutort se propuso reformar una vivienda del centro de Palma para uso propio. Desde el principio contó con la participación de Cris Pink para “el análisis del espacio, el estudio de los colores, todo esto se gestionó al mismo tiempo que el cuadro”, un enorme lienzo que ocupa al completo una de las paredes de este pequeño piso abuhardillado no como un elemento decorativo, “no como un icono”, sino que fue pensado para convertirse en pieza fundamental del conjunto. “Como un tatuaje en la piel”, dice Riutort.

La gestación y conclusión de la obra duró varios meses y la “calma”, asegura Cris Pink, definió el proyecto. El gran mural azul ofrece, a primera vista, una gran calma y paz, “un cobijo” y atrae al espectador a las aguas profundas del Mediterráneo. “No podía hacer un cuadro mío en exclusiva”, dice la pintora. “Al final, el cuadro es la consecuencia de lo que hay, una superficie, una piel que no me imagino que fuera de otra manera”. Pink ha conseguido dar a esta tela abstracta, en la que predominan los azules, una apariencia orgánica, líquida. “El azul envuelve, pero no entierra, te da cobijo y libertad”, apunta la artista. “Azul es el mar, el cielo y los mantos de las madonnas en la historia de la pintura”.

“Yo estoy a gusto en los azules”, añade este arquitecto de pasiones náuticas. “Por el mar, por el cielo, porque es un color profundo y sin límites”.

Fue un trabajo duro para la artista, que pintó directamente en la buhardilla, sólo acompañada, a ratos, por las visitas de Riutort a modo de “espectador silencioso” cuya presencia sí presentía ella, acostumbrada a la soledad “absoluta” del estudio. “Al principio resultaba extraño que otra persona participara en mi trabajo”, recuerda.

El mural fue sufriendo una metamorfosis. Del trazo árido y duro, del caos, llegó al milagro final, la calma, comentan ambos. “Son sedimentos que, al mismo tiempo, se van complicando”, explica Cris Pink, una obra en la que el gesto consigue ese fondo agitado. “Al final todo respira, tiene movimiento, dinámica”, concluye la autora, mientras la luz exterior va modificando la tela a ratos.


ÚLTIMA HORA, Cultura, 22 de septiembre de 2003

Privacidad | Impresión

©2024 Cris Pink | Biniali (Mallorca) | crispink@crispink.com | T. +34 696 089 737 | Disseny Calma
Usamos cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.